Hace unos días, me acordé de un maletín que yo tuve de pequeña y a raíz de ese hermoso recuerdo pensé hacer este maletín tan chulo.
Cuando empece mis creaciones, sabia perfectamente lo que queria hacer... era que en cada fofucha/o estuviera impregnada/o la alegria, el reflejo, la esencia de la persona que me la encargaba. Me alegra cada vez que las entrego que la persona me diga que parece que tienen vida propia, por lo que transmiten. Esa sensación y la satisfación de todo el proceso, desde que elijo los colores, me vienen ideas y las plasmo en la muñeca/o que hago... lo demás viene solo.
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